Puede aumentar el rendimiento de una máquina virtual poniendo más procesadores a disposición, ya que de este modo se pueden realizar más tareas de manera simultánea. Al asignar un procesador virtual a la máquina virtual, ésta disminuye los recursos del procesador disponibles para el Mac.
Para máquinas virtuales Windows que ejecutan principalmente aplicaciones de productividad office e Internet, el usar varios procesadores virtuales no es beneficioso, de tal modo que el procesador virtual único predeterminado es ideal. Para cargas de trabajo de servidor y aplicaciones que consumen muchos recursos informáticos, la adición de procesadores virtuales adicionales puede mejorar el rendimiento de la aplicación.
En algunos casos, la adición de procesadores adiciones puede reducir el rendimiento global de la máquina virtual y del Mac. Esto puede suceder si el sistema operativo o la aplicación no utiliza los procesadores de un modo eficaz. En ese caso, se recomienda reducir el número de procesadores.
La asignación de todos los procesadores del Mac a la máquina virtual tiene como resultado un rendimiento muy bajo. macOS debe seguir ejecutando tareas en segundo plano aunque no se ejecuten aplicaciones de Mac. Si asigna todos los procesadores a una máquina virtual no podrán completarse tareas importantes de Mac.
Cierre o apague la máquina virtual. La configuración no se puede cambiar mientras la máquina virtual está encendida o en suspensión.