Quizá tenga que modificar la máquina virtual importada, dependiendo de la configuración y del hardware virtual.
La máquina virtual VMware importada contiene una copia exacta del estado del disco de la máquina virtual de origen, exceptuando algunos controladores que dependen del hardware y, en ocasiones, las letras de las unidades asignadas. Las máquinas virtuales importadas se crean con los discos virtuales IDE o SCSI. Puede cambiar manualmente el disco de SATA a NVMe cuando se completa el proceso de importación.
La siguiente configuración del ordenador de origen permanece idéntica:
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La configuración del sistema operativo (nombre del ordenador, identificador de seguridad, cuentas de usuario, perfiles y preferencias, etc.) |
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Debido a que las máquinas virtuales o imágenes del sistema de origen y de destino tienen las mismas identidades (nombre, identificador de seguridad, etc.), si se ejecutan las dos en la misma red, se podrían producir conflictos. Para volver a implementar la máquina virtual o imagen del sistema de origen, asegúrese de no ejecutar a la vez las imágenes o máquinas virtuales de origen y destino en la misma red.
Por ejemplo, si utiliza Fusion Importer para comprobar la viabilidad de la ejecución de una máquina virtual Parallels como una máquina virtual VMware, sin desinstalar primero la máquina original que no es de VMware, deberá resolver previamente el problema de duplicación de ID.
La mayoría de las aplicaciones que se hayan importado deberían funcionar correctamente en la máquina virtual VMware debido a que su configuración y sus archivos de datos tienen la misma ubicación que en la máquina virtual de origen. Es posible que ciertas aplicaciones no funcionen si dependen de características específicas del hardware subyacente, como el número de serie o el fabricante del dispositivo.
Cuando resuelva problemas tras la importación de una máquina virtual, fíjese en los siguientes cambios de hardware: